23 sept 2013
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Gran interés por el demonio en las redes sociales

19:23

Los últimos acontecimientos vividos a nivel internacional han despertado la necesidad de buscar información sobre el mal

demonio

MUNDO.- Los últimos acontecimientos internacionales han despertado entre muchas personas un temor por el desencadenamiento de una posible Tercera Guerra Mundial que acabase con el mundo que conocemos.

A nadie se le escapa que el conflicto en Siria se ha convertido en el foco de atención de los analistas políticos y diplomáticos, y menos aún que de la lectura de sus conclusiones, la preocupación no en banal.

Sin embargo, otros muchos, inmersos en esta preocupación generalizada han querido buscar respuestas en los textos sagrados

Sabemos que los textos sagrados de tradición judeocristiana identifican numerosos seres provenientes del mal, y en la búsqueda de su identificación, algunos colectivos religiosos han comenzado a identificar personajes actuales con estos demonios.

Tal es el caso y la representatividad de estos seres en el universo de las religiones que la Demonología judía, pese a que nunca ha reconocido oficialmente alguna doctrina o estudio especializado en demonios, el Talmud, la obra que recoge principalmente las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, historias y leyendas, menciona que existen 7.405,926 demonios divididos en 72 compañías

El cristianismo por su parte, habla más bien de ángeles caídos, una asonancia con una antigua herencia de la dualidad de las divinidades, de modo que lo bueno no puede vivir sin lo malo, como no podría hacerlo la luz sin la oscuridad. En este caso en concreto de los ángeles, según la tradición bíblica, el ángel no existe sin el hombre porque su sentido de existir está ligado a la caída. Siguiendo el relato bíblico, llamo caída a la separación del hombre con lo divino y con el sentido más profundo de su propia esencia. San Agustín en su obra La ciudad de Dios dice que la caída del hombre fue el resultado de que éste quedó absorbido en la contemplación de su propia creación, dejando de lado la obra divina. De aquellos hombres, hubo algunos que continuaron unidos a la divinidad, y son los que permanecieron en el estado angélico. Desde ese momento su misión ha sido la de rescatarnos para devolvernos a nuestro estado primigenio. 

El ángel caído más reconocido por la historia es Lucifer; aunque esta palabra nunca es usada para referirse a un ángel caído dentro de la Biblia. De acuerdo a la creencia cristiana, los ángeles caídos vagarán por la tierra hasta el día del Juicio Final, luego de esto serán desterrados al infierno. 
Así pues, ángeles caídos o demonios hay muchos. Pero pongamos algunos nombres

Astaroth

Astaroth, ilustracion del Dictionnaire Infernal
Astaroth, ilustración del Dictionnaire Infernal

Astaroth pertenece a la primera jerarquía demoníaca junto con Lucifer y Belcebú; preside a más de 40 legiones y es el tesorero del infierno; se encarga de seducir a través de la pereza y la vanidad, y sus engaños se hacen más fuertes durante el mes de agosto. A Astartoth lo acompañan 4 demonios ayudantes: Aamon, Pruslas, Barbatos y Rashaverak. Se le representa generalmente como un hombre desnudo con alas y garras de dragón, además un segundo par de alas con plumas, cabalga sobre un perro y sostiene en una mano una serpiente. 

Azazel 

Azazel, ilustracion del Dictionnaire Infernal
Azazel, ilustración del Dictionnaire Infernal

No se sabe con certeza, pero posiblemente su nombre signifique “cabra del emisario” o “chivo expiatorio.” En la Biblia sólo encontramos una referencia a este demonio en Levítico 16:8-10 y 16:8-26; sin embargo, en el apócrifo Libro de Enoch Azazel era uno de los 200 Grigori, término utilizado en este libro para designar al grupo de ángeles caídos que cuando bajaron a la tierra fornicaron con mujeres y crearon a los gigantes conocidos como Nephilim. Azael es un demonio importante porque fue quien enseñó a los hombres a elaborar armas para la guerra y a las mujeres a elaborar cosméticos. Con esto creó provocó tanta inquietud a la humanidad que Dios decidió destruir la Tierra entera con un diluvio del que sólo se salvarían Noé, siete parejas de cada especie de animales “limpios” y una pareja de las especies de animales “sucios.” 

Belcebú 

Belcebú, ilustracion del Dictionnaire Infernal
Belcebú, ilustración del Dictionnaire Infernal

En la ciudad antigua de Ekron Belcebú era un dios de los ejércitos al que se rendía culto en la antigua ciudad de Ekron, más tarde fue adoptado por la tradición cristiana como una deidad de los ejércitos. Su nombre puede significar “Señor de Zebub” refiriéndose a un lugar desconocido llamado Zebub, o bien “Señor de las Moscas” pues en hebreo zebub quiere decir mosca y es muy probable que los hebreos denigraran de esta manera a los que seguían dioses diferentes a los suyos. Por su parte, para la demonología cristiana Belcebú puede ser un nombre alterno de Satanás o el Diablo, también puede representar un demonio menor; pero a menudo se le identifica dentro de la más alta jerarquía de demonios o ángeles caídos, junto a Lucifer y Astaroth. En las sagradas escrituras es posible encontrar referencias a este demonio en Marcos 3.22, Mateo 10.25 y 12.24, y Lucas 11.15. 

Belial 

Belial y algunos de sus seguidores del libro de Jacobus de Teramo
Belial y algunos de sus seguidores del libro de Jacobus de Teramo

Conocido también como Matanbuchus, Mechembuchus o Meterbuchos en escrituras antiguas, Belial proviene del hebreo beli-yá que quiere decir “inútil”. Para las escrituras apócrifas judías Belial era un ser maligno que guiaría a los Hijos de la Oscuridad en las 7 batallas que pondrían fin al mundo; para la demonología cristiana fue un demonio. Belial es también un Príncipe del Infierno que comanda 80 legiones de demonios, creado después de Lucifer y responsable de inducir todo tipo de pecado, especialmente los relacionados con el sexo y la lujuria; controla los elementos terrestres y reina sobre los Demonios de la Tierra. Se le conoce también como el “Señor de la Arrogancia” o “Señor de Orgullo” y se le representa como como un caballero distinguido de aspecto agradable

Mefistófeles 

Mefistófeles, ilustración de Eugène Delacroix
Mefistófeles, ilustración de Eugène Delacroix

Mefistófeles o Mefisto, es uno de los demonios príncipes que trabaja bajo las órdenes de Satanás para capturar almas en el infierno. Cabe aclarar que este demonio nunca es mencionado en la Biblia, a pesar de ello algunos escritos apócrifos dicen que fue el segundo demonio que se unió a Lucifer durante la rebelión contra Dios y también el segundo en caer durante la batalla. Su nombre también se asocia con la historia de Fausto, que vendió su alma a Mefistófeles a cambio de sabiduría; de un posible origen griego, Mefistófeles se compone de la partícula negativa μη, φῶς = luz y φιλής=el que ama, por lo que Mefistófeles se refiere a “el que no ama la luz.” Se le representa como un personaje de elegancia y ropas de noble, es extremadamente racional y lo utiliza a su favor para engañar las mentes de los pecadores. 

Samael 

angel de la muerte
Ángel de la muerte

Conocido también como Ariael, para los judíos Samael era el jefe de Satanás y considerado también como el Ángel de la Muerte, jefe del quinto cielo pero residente en el séptimo cielo. Su nombre es una combinación de palabras que significan “el Veneno de Dios.” 

Entre otros demonios, encontramos que el Libro de Enoch menciona un total de 200 ángeles caídos convertidos más tarde en demonios; sin embargo, sólo nombra a los más importantes, entre ellos: Samyaza, Urakabarameel, Akibeel, Tamiel, Ramuel, Danel, Azkeel, Saraknyal, Asael, Armers, Batraal, Anane, Zavebe, Samsaveel, Ertael, Turel, Yomyael, Azazyel o Azazel de quien ya hablamos. 

Satanás

Satanás, Satanás tentando a Cristo, cuadro de Ary Scheffer
Satanás, Satanás tentando a Cristo, cuadro de Ary Scheffer

Del latín Heylel que quiere decir “portador de luz”, Lucifer era para la mitología romana el dios equivalente al dios griego Eósfero (Έωσφόρος) o “portador de la Aurora.” En un principio este dios no tenía relación alguna con el Lucifer de los judíos y los cristianos; sin embargo, fue gracias a San Jerónimo durante la traducción al latín vulgar de la Biblia (mejor conocida como Vulgata), que utilizó la palabra Lucifer o Lucero para referirse a un rey no creyente en Dios; de esta manera la Iglesia Católica comenzó a identificarlo como el ángel que se rebeló contra los designios de Dios. 

Por lo regular se utiliza indistintamente el nombre Satanás procedente del arameo שטנא shatán que significa “adversario” o “enemigo” para referirse también a Lucifer; para la tradición hebrea ha-shatán era un espía de Dios en la tierra. En todo caso, para los cristianos Lucifer y Satanás son el mismo ser, sólo que utilizan Lucifer para referirse al querubín protector, al ángel más bello y favorito de dios antes de que se rebelara contra éste y se refieren a Satanás como el ángel caído después de haber sido expulsado. En el Apocalipsis se relata la lucha de Satanás contra el ejército de Dios comandado por el Arcángel Miguel y aquí Satanás es además descrito como un dragón rojo de siete cabezas y diez cuernos

Sin embargo, cabe aclarar que para los judíos Lucifer y Satanás son dos seres distintos, a Satanás lo identifican como un ángel de la corte celestial cuya función era aconsejar a Dios. 

A partir de estos relatos, Satanás o el Diablo ha sido relacionado con todo lo malvado y dañino en esta tierra, representa la oscuridad y es responsable por el dolor y la miseria humana. Su principal tarea a partir del momento de su expulsión del reino de Dios ha sido la de tentar a la gente para hacerla caer en pecado; sin embargo, contrario a lo que se piensa, Satanás no habita en el infierno pues aún no ha llegado el juicio final en el cual será castigado, él tiene libre acceso a la tierra y está entre los humanos causando daño en todo momento


Dicho todo esto, ¿crees que podrías reconocer a los demonios?

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